The Cavaliers

¿Puede llegar el Apocalipsis al salón de nuestra casa y en lugar de venir los jinetes a caballo tocar guitarras Fender? Cuando escuchas el primer LP de este cuarteto

parisino, las membranas de tus altavoces lo confirman. La garra con la que arremeten The Cavaliers sus guitarrazos en Bateau Mouche Twist o La Vague de la Soif les coloca más cerca de Les Wangs que de Les Arondes, por comparar con bandas compatriotas suyas, aunque no tengan en común más que el reverb. Y mira que lo avisan a la primera, abriendo con Les Cavaliers de L'Apocalypse sont des Surfers. Una continuación perfecta al temazo central de su debut, Imhotep (la del video que les adjuntamos), su EP del 2006 para Rhythm & Booze, aunque sin los toques exóticos en la melodía. Fue con

ese single de 3 cortes con el que llegaron a nosotros y nos dejaron KO. Su largo no ha hecho más que hacerles subir en nuestras listas.

Con una hornada instrumental al otro lado de los Pirineos, que en la última década nos ha dejado una cosecha más que aceptable con The Orientals, Hawaii Samurai, The Star and Key of the Indian Ocean, Bikini Men, Les Cogars, The Incredible Not of This Earth & his Famous Booboos o The Irradiates, por citar algunos. Lo primero que te atrapa de Alexis, Ben, Actions Pat y Florian es su look, premeditadamente cool, con el peligro que eso conlleva. Cientos de veces nos hemos dejado arrastrar por una imagen potente y luego ha venido el fiasco sonoro. Aquí forma parte del lote y marca su diferencia. No caen en tópicos surfers, prefieren parecer británicos. Fríos contundentes y sin contemplaciones, aunque con ganas de agradar a un público potencial, como demostraron al apuntarse a la locura que su sello discográfico montó en otoño, alquilando una pista de patinaje sobre hielo y presentando en ella a sus bandas. Es un puntazo ver a los Cavaliers tocando en el centro de un montón de adolescentes sobre patines, con gorros y bufandas de lana, mirando al grupo con cara extraña.

Con un directo potente, han sabido rodearse en sus grabaciones de colaboradores que enriquecen aún más su sonido. La producción de su LP homónimo (Born Bad Records, 2008) corrió a cargo de Philippe Almosnino, guitarrista de los veteranos Wampas. Para los dos cortes cantados que incluyen, en Attache Moi invitaron al trío femenino Tu Seras Terriblement Gentille, compañeras de sello y aportación esperada, lo suyo es el chicle-punk y lo aderezan con guitarras surferas. En el otro, Magnetix grita Bourreau des Coeurs, una revisión del Rey de los Surfers con mejor química final. Cuando sueltan el acelerador les salen perlas como Les Planchistes de Paname o Le Ride du Jugement Dernier. Siempre que pincho Menace sur la Cote pienso en los noruegos Mobsmen, conocerán ellos a estos franceses??.