No se me ocurre mejor cierre para un verano recalcitrante en lo musical, que el primer Surforama madrileño del pasado fin de semana. Ni barrio más adecuado que Malasaña para recibir semejante evento.
El viernes, resultó un día extraño, como a medio gas. No se llenó la sala Taboo, quizá porque el cartel era menos popular que el del sábado. Para abrir, el cuarteto local The Imperial Surfers dejaron claro que son los mejores para animar la fiesta, su frat-rock-hunka-hunka-twist pilló desprevenidos a los recién llegados y bastante público, fiel a esa costumbre de llenar los bares cercanos, se quedó sin verles por la temprana hora (9:30 de la noche) que la sala marcó para empezar el sarao. Para la ocasión, cambiaron su habitual concurso de bailar twist por el divertido limbo, aunque el personal masculino no estaba muy por la labor...o pesaban las barrigas cervezeras. Las féminas cumplieron. Les deseamos lo mejor en sus conciertos germanos de Octubre. Continuaron Royal Pendletons, poniendo alto el listón garagero del festival y aunque muchos no asimilaban qué pintaban en un concierto surf, otros disfrutamos de su rock'n'roll estilo New Orleans, sobre todo de la voz de Mike Hurtt. Hay que agradecerles que hicieran un hueco en su extensa gira europea se escaparan a Madrid, tocando esa única noche y volvieran a Francia de madrugada para continuar con ella, un detalle (pagado claro, pero muchos hubieran dicho No, por no complicarse la vida...).Excelente show.
Cerraron los veteranos Laika & The Cosmonauts, que como buenos fineses resultaron clásicos, peliculeros...y fríos. Arropar el sonido del órgano con un guitarrista fino está muy bien. Las texturas seudo psicodélicas quedaron en el ambiente. Las versiones que incluyen en su repertorio también (me quedo con el tema central de Get Carter). Pero me dió una sensación de falta de garra, no ya de ellos, sino del sonido, que resultaba insuficiente para acallar las voces del público en las barras (otro jodido deporte que se puede practicar en los bares, no en las salas de conciertos donde algunos pagamos para ESCUCHAR al grupo, señores). Debe ser cuestión de temperamento, pero un poco más de calor rítmico hubiera sido el broche perfecto...y eso que el cover de Telstar final lo consiguió, pero eso, fué al final, y sin cigarrillo después. Una buena banda instrumental, que no surf, dejando la escena (se separan) con un show agridulce, una pena.
La noche del sábado les tocó abrir a los zaragozanos (con valenciano al bajo) The Vibrants, (foto de la derecha) que volvieron a dedicarnos otro show expléndido, aunque cortito para sus fans...los quiero de cabeza de cartel en cualquier festival ya!!!. Que están muy bien abriendo y teloneando, pero son capaces de levantarle el ánimo a cualquiera con su surf'n'roll y esa magistral revisión del Pipeline
mega-reverberada, entre otras.
Su repertorio habitual se cerró con la voz invitada de Aquilino Megatones regalando a los presentes un cover de La Mantequilla que Los Locos del Ritmo hubieran gozado, seguro.
Un placer la espera entre bandas departiendo con los muchos visitantes de la escena que se acercaron a Madrid a disfrutar del festival (Derrumbes, Lobos Negros, Malignos, Dirty Surf...) y aficionados galos, portugueses e italianos (Hey Marco, prometo darle otra oportunidad a Surfadelics!!). Después les tocó a Los Coronas, cumplidores con su ritual de rock instrumental a saco, eso sí, con trompetista nuevo muy cañero y uniforme con camisa que rezaba en su espalda "música surf al estilo español" y olé, añado yo...la única pega es que el repertorio funciona, han metido 2-3 nuevas en los últimos meses, pero necesitamos disco nuevo ya...y seguro que ellos lo están deseando.
Concierto único en Europa, formación de lujo (Mel Bergman y Johnny Bartlett a las guitarras, Maz Kattuah en la batería y el zumbado de Michael "Daddy Love" Lukas al bajo) y ganas de fiesta puta-madre la que traían The Phantom Surfers, en su esperado regreso. Desde el arranque con Malagueña del maestro Lecuona y el Bikini Drag de Gary Usher, dieron un recital de surf salvaje y destartalado como solamente ellos saben hacerlo. Da igual que los finales de las canciones sean anarquía en estado puro, que no entendamos la mitad del espanglish de Mike o que el tema estrella de su show sea la versión instro del Sheena is a punk rocker ramoniana de uno de sus dos discos como Ramonetures. Todo me parecía poco. Porque temía el final y ese nudo en el estómago de estar viviendo algo que difícilmente volveremos a disfrutar...y se hicieron de rogar con los dos bises, pero salieron de nuevo y cuando todo parecía terminar definitivamente...regresaron para machacarnos con un Church Key de acojone, con Mel dejando su guitarra de doble mástil en manos de su spanish-guitar-hero favorito, Esteban Imperial (ver foto) que salvó el marrón con dignidad y cara de incrédulo, mientras el enmascarado se bajaba a saltar con su público. Una noche inolvidable por la que estaré eternamente agradecido a Juan Diego, Diego RJ y demás responsables de este sarao. Espero ansioso la nueva edición y mientras tanto a Valencia en quince días, a sentir lo mismo con los Untamed Youth.
1 comentarios:
Hola Eloy! mola la crónica y las otras entradas que no había visto todavía...gracias por la foto con los Phantom Surfers, me la he guardado de recuerdo, que todavía no me lo creo...
Nos vemos en Valencia!
Esteban
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