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domingo, 10 de mayo de 2009

¿Qué le pasa a Madrid?

Miércoles 6 de Mayo, sala La Boite a las 21:30 horas, The Nu-Niles en concierto. Ni un alma en la puerta. Una hora después, 30 personas como público, de los cuales 15 eran invitados de la banda (miembros de Imperial Surfers, Derrumbes, Coronas o Moon River Trio...). 
Otra vez se confirma la regla, cuanto más escaso el personal mejor le sale a la banda... vamos, que el resultado electrizante de lo que uno puede ver en escena es proporcional a la inversa con el público asistente. Pedazo de concierto, oigan. 
A eso lo llamo profesionalidad de Mario Cobo y sus chicos. No lo describo aquí por privacidad, para disfrute visual y sobre todo auditivo de los pocos que allí acudimos, la próxima vez procuren asistir  y así no hay que contárselo. Una pena lo de los desplantes de esta ciudad con el trío y eso que a los 50 primeros se les regalaba un single con la entrada, que incluye la oscura El Crujir de tus Rodillas como tema central y un maravilloso instrumental en la vuelta, Ya Llegan, con melodía vaquera y unos coros soviéticos muy apropiados.
Se quejan los promotores que somos una ciudad imprevisible y mucho me temo que la capital vuelve a sufrir una etapa que ya en los 80 le pasó factura. La infraestructura de salas se limitaba al esfuerzo titánico de un puñado de clubs de escasa capacidad (lo que ahora hacen Gruta 77, La Pequeña Bety, Wurlitzer, La Boite...) y otro puñado de locales intermedios (Sol, Heineken, Live, Joy Eslava, Caracol...) más interesados en amortizar sus discotecas que en potenciar eventos en directo. Y los problemas  de siempre, cuando quieres colocar en salas decentes a estrellas de más tirón. En todo caso, insuficiente para lo que debería ser la oferta musical de Madrid. Parece mentira que volvamos a vivir lo mismo...o quizá siempre fue igual y me engaña la memoria.
Sí, puede ser eso, porque a la hora de comprar ciertos discos en toda una capital del estado, seguimos igual que hace veinte años, te recorres todas las tiendas que sobreviven y acabas sin encontrarlo (y el añadido de alguno que no buscabas en la bolsa...). Es más fácil encontrar una referencia de Norton o Sundazed que lo último de sellos patrios como Sleazy o El Toro. Tiempo de crisis, vuelta del vinilo, el daño de internet...chorradas, al menos ahora los vicios se calman con las compras en la red, solución inexistente hace años.
Esta puñetera ciudad de mis entrañas siempre ha sido jodida para el rock'n'roll, quizá por eso me gusta tanto sentir en las entrañas el efecto cazador. Una vez consigues la pieza, el estómago se tranquiliza.  

1 comentarios:

Diego R.J. dijo...

Amén compañero.