Ya lo comentamos en una entrada de la semana pasada, nada que hacer el resto del mes y la mala suerte de ver coincidir varios conciertos interesantes el mismo día. Nosotros nos quejamos por vicio, muchos de los que lean esto y estén lejos de una gran ciudad con garitos de música en vivo, se acordarán de nuestra suerte por ello (y de paso de nuestras familias por protestones). El pasado sábado fué uno de esos días en Madrid. Hasta 3 grupos de rock&roll instrumental tocando en directo la misma noche. Después de darle al GPS vemos la imposibilidad de verlos todos, así que nos conformamos con asistir a dos, separadas las salas por apenas 300 m. a ambos lados de la Gran Vía madrileña. A un lado, jóvenes, acelerados, con las fender a cien y sus máscaras haciéndoles sudar a chorros, desde Barna: The Tiki Phantoms.
Primer clásico de la noche, "¿a qué hora empieza el concierto?" según el myspace del grupo a las 20 h., en el diario y la Guía del Ocio se aventuran con las 21 y en la web del Costello Club afirman que a las 21,30 horas. Empezaron a las 22,20, la duda de llegar al siguiente show revolotea ligeramente y asoma esa mala hostia de falta de respeto horario que solo se sufre aquí, pero se pasa rápido con una cerveza fría...En este garito no saben lo que es una Surf Party, que era lo que anunciaban...El party se limitó a cambiar los atuendos de camareros/as, con indumentaria floreada y collares hawayanos al cuello. Y el surf no apareció por los altavoces de la planta superior en una hora de espera, buena selección de rock'n'roll/rockabilly del dj que para mi asombro ¡¡pinchaba sentado en un silloncito!!...Mucha energía y diversión no contagiaba, la verdad... Suenan los clarines del show, los 4 Tikis fueron saliendo a escena como es su costumbre, asomando sus acojonantes máscaras por la cortina y machacando rítmicamente al público para entrar en faena...tenía curiosidad por verlos de nuevo, pasado un tiempo y con nuevo single bajo el brazo (que por cierto tuvieron el detallazo de regalar a los asistentes) pero no hubo sorpresas...lo cual no es bueno, pero tampoco malo. Desgranaron los temas de su debut, Regresan de la Tumba, incluyeron algún tema nuevo, como el central del single Ay Caramba!, aunque resulte difícil distinguirlos en esa vorágine de sonido que crean y parecen mucho más sueltos en escena, debe ser que han oído otro clásico "a mi es que el rollo instrumental en media hora me cansa". Un consejo, que se busquen pronto uniforme veraniego, porque con el lleno total, igual a calor humano, más el ambiente poco aireado de esa cueva, sus trajes negros/leopardo y las máscaras, dieron la sensación de morir ahogados en sudor con las fender colgando.
Cruzamos la Gran Vía. En la coquetona sala La Pequeña Bety aún no comenzaron a tocar los cántabros Derrumbes y eso que pasa más de una hora de la que anunciaban como inicio. Volvemos a solucionarlo con bebida fría y hey!! pantalla escupiendo peli de Russ Meyer para amenizar el retraso. Ante un aforo que no superó las 60 personas y nadie, excepto el firmante venía del otro concierto (lo siento chicos, esta ciudad es así de miserable a veces) aparece el quinteto con sus relucientes Teisco deseando empezar. Desde los primeros acordes de Shockwave hasta la última nota de Burnin' Love en el cierre, tuve una sensación extraña, vivida por desgracia muchas veces, de estar viendo un grupo cojonudo, que se merece mejor suerte con más público disfrutando de su orgía de rock'n'roll instrumental en todas sus variantes: desde el sonido surf de No tengo tabla o Bombora a sus jugueteos con lo exótico y el poderío rítmico en Drums A Go-Go, The Whip o Mag Wheels...pusieron toda la carne en el fuego, con go-go animando, saxofón ritmanblusero para ensuciar el sonido y temas fáciles para expulsar adrenalina, nada mejor que chillar Margarita o Krakatoa al compás del sonido y uno se queda muy a gusto. Han girado levemente hacia la onda de los recopilatorios Frolic Diner, Las Vegas Grind, Twistin' Rumble, Tabú y demás, cosa que me alegra una barbaridad, si ya me gustaban antes, ahora no me los perdería por nada...y esta noche han ganado por K.O. las guitarras Teisco.
Al final me quedé sin ver a Phil and The Spectras, en el Gruta, en la otra punta de la ciudad, qué le vamos a hacer...no se puede tener todo.
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