Tengo lavadas, picadas y listas las verduras, mientras las lentejas terminan de escurrir... suena el telefonillo del portal, Martínez llama. No sé cómo lo hace, pero siempre intuye cuando preparo guiso y tengo visita. Acabo de pinchar Ouch!, la cuarta entrega de la fantabulosa serie de vinilos
Va-Va Voom! y los invitados alucinan con tanto instrumental rítmico, ellos que pensaban que este tipo de música era más propio de los antros ibéricos con olor a moqueta rancia, esos en los que Martínez se siente como en casa.
Le abro y flipa en colores con The "Out" Crowd de Hank Marr, sabe que el B-3 a todo tren escupido por los Bose de madera me pone las pilas, si además el tema marca el ritmo con palmas, el baile está asegurado...y eso que se ha perdido el lado A casi entero. Conociendo el "don de gentes" de este hombre, mejor no le dejo mucho tiempo a solas con los habitantes del salón de hoy. Sin pedir permiso a nadie, ya ha devuelto la aguja al primer corte y lo ha pasado rápido porque dice que "es de yayos" (la acuática y maravillosa Forbidden Island de los Islanders)...al menos el clásico Perdido Street (de nuestro adorado Herb Hardesty, el saxofón calentorro de las sesiones de Fats Domino ) suena entero. Mi compañero de trabajo, hipster él , ya saben, los de las barbas que van en bici con las manos juntas, comen ecológico (coño! y yo haciendo lentejas castellanas) y parecen siempre más listos que tú, le pregunta si ha visto ya Torrente-5 mientras suena la elegante Main Stem con la orquesta de Bruce Rowland. Intervengo antes de saltar chispas entre los dos y les comento que mis dos favoritas del disco suenan seguidas, otro pianista mágico Floyd Cramer con Mumble Jumble y el rompecaderas Cha Cha Rock de Rickey Aquary & the Keys, una de esas piezas que justifica tener que adquirir un LP completo.
La cazuela sigue a fuego lento como el Night Surfin' de los Rebel Rousers en 1959 y Beatnik Walk de Rune Overman. Martínez pasa de la música, ya está a lo suyo, echando el anzuelo a las chicas y moviendo los hielos del vaso al compás del Ka-Bongin' de Four Kings. Hasta 16 Early 60's Instrumental Shakers promete el subtítulo y están, lo juro. Lo que no soy capaz de jurar es como terminará la tarde Martínez, ni el hipster que ya tiene la corbata en la frente, menos mal que todos se han zampado unas lentejas con chorizo picante de mojar pan en el plato, hay cosas que unen a todos, la buena mesa...y ese final en conga wooly-bully al son de Somethin' con Sir Raleigh & the Coupons.
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3 comentarios:
Ya se te extrañaba amigo Eloy!!
Yo no inmediatamente este blog en todo esto es simplemente una piedra
Very
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