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sábado, 20 de noviembre de 2010

The Rumblers

Nacieron, como tantos otros, de la sobre-exposición a finales de la década de los 50, al Rumble de Link Wray. Eran demasiado novatos (todos estaban entre los 17 y 18 años) para semejante estruendo guitarrero, la consecuencia estaba clara, formaron combo en 1959. No debutaron profesionalmente hasta 1961, amenizando baile escolar en el
Instituto Artesia, donde les pagaron $65 por compartir escenario con The Vibrants.
Por entonces eran Mike Kelishes, Johnny Kirkland, Wayne Matteson y Eddie Braracco. Empleaban amplificadores Sears. Aquello sonaba más cercano al rhythm&blues que a sus idolatrados Hurricanes, así que decidieron tirar por ahí, pero faltaba algo de chispa...El resto del año se curtieron en concursos de nuevos valores y animando fiestas escolares. El soplo de aire fresco que les revolucionaría musicalmente tenía nombre propio, era de origen británico y llegó a principios de 1962, Adrian Lloyd.
Pasó sobradamente la prueba de audición, ya que era capaz de llevar el ritmo con estilo y cantar a la vez. Además tenía en propiedad una espléndida batería completa...el sacrificado, después de la marcha de Braracco, sería el pobre Kirkland que dejó la caja y el bombo y pasó al saxo. Y decimos pobre, porque unas semanas después, otro fichaje, Bob Jones, llegó con su saxofón a cuestas y Kirkland pasó definitivamente a lo que más le gustaba tocar, la guitarra. La formación más reconocida del grupo, comenzaba su exitosa carrera.
Espabilados ellos, para su primera sesión en estudio en Long Beach, tomaron prestada la melodía del tema Caterpillar Crawl, de otra banda californiana, The Strangers, para convertirlo en su mayor hit, Boss (años después The Cramps harían lo propio rebautizándola Garbage Man). Grabada en el verano de 1962 y publicada en Septiembre de ese mismo año por el sello local Downey, llegaron a vender 10.000 copias...la nueva moda que arrasaba el estado les enroló sin querer, ya eran surfers de escenario.
El tema les hizo subir a lo más alto, nº 2 de la cadena de Los Ángeles KFXM en Enero del 63, apariciones televisivas junto a Beach Boys...hasta que al director de una cadena de radio de Fresno, la canción le pareció demasiado negra para su público juvenil. Prohibió a sus Djs que la pincharan y el efecto contrario volvió a funcionar, todo el mundo buscaba su copia y los oyentes querían oírla. Resultado, la canción alcanzó el número 1 durante 5 semanas seguidas en Fresno y la discográfica Dot decide lanzarla a nivel nacional. Pero picaron en el viejo error de exprimir la fórmula para repetir el éxito, Boss Strikes Back, su siguiente single, no cuajó (luego seguirían insistiendo cual bodidleys con Boss Blues, Walkin' With the Boss, Boss drums, Boss Soul, la excelente Son of Boss...). La estrella de sus conciertos estaba detrás de la batería, tomaba brillo propio, adquiría contactos y estaba claro que volaría solo. Lloyd tenía un ego que chocaba continuamente con los demás y en los primeros coletazos primaverales del 63, se buscó acompañantes de esos a los que no importa poner su nombre tras el del artista principal y nacieron Adrian & The Sunsets (con un único LP Breakthrough que vivía de las rentas: Boss, Wipe out, Donna, Pipeline, Surfer Joe...un disco sobrevalorado en mi opinión, pero esa es otra historia). The Rumblers seguían con Greg Crowner a las baquetas y lejos de llorar la marcha de Adrian, grabaron varios singles más y su único LP ese mismo año.Titulado Boss, por supuesto, incluía buenas adaptaciones de Wild Weekend, Night Train, Harlem Nocturne o Rumble y todavía contaba con la participación de Lloyd en casi todos los temas. Reeditado en vinilo a principios de los noventa por el sello Surf, que también reeditó a la par el de Adrian & the Sunsets, aunque este en magnífico vinilo de color azul. Hasta Noviembre de 1965 siguieron en activo con pocos cambios en la formación: un saxo adicional, Rex Delong, la marcha de Bob Jones para formar The Exiters sustituido por Dave Allen...en total un bagaje de un disco grande y 11 singles, algunos grabados bajo nombres diferentes: The Nylons (el divertido exotismo de Maid'n Japan) Johnny & The Rumblers o The Bel-Cantos (este producido y arreglado por Barry White, que también participó en los coros).
Ace Records ha publicado un CD, It's a Gas!, un recopilatorio con 28 cortes que incluye todos sus singles (excepto el que
firmaron como Nylons) aunque se han perdido
tres caras Bs: Till Always, Feel Aw Right Pt.2 y Sorry. Han seleccionado siete cortes de su LP y le han añadido como guinda cuatro temas inéditos hasta ahora: Freight Train, Strawboss, Warhead y Why Did You Make Me Cry.
Si ya tienen en su discoteca aquel Cd de 1997 con 23 cortes, Boss Surf Music Classics (GRZ-022) se complementan perfectamente ya que solo se repiten 9 cortes entre ambos. Como siempre en Ace, la calidad del sonido es perfecta, el libreto está repleto de información, esta vez firmada por Brian Nevill y el material gráfico es de primera. Nosotros preferimos animarles a conseguir sus singles originales, pero cualquier formato que incluya el fuzz de Angry Sea (Waimea), The Hustler y su tittyshaker-sound y por supuesto, el único tema que nunca falta en nuestras sesiones (junto al Surfin' Bird), la joya I Don't Need You No More...merece mucho la pena y es más barato, claro.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Shadowy Men On A Shadowy Planet

Brian Conelly (guitarra, voz, atrás en la imagen con camisa oscura y gafas), Reid Diamond (bajista, voz, el primero en la foto) y Don Pyle (batería, con camisa de cuadros en el medio) formaban el curioso trío instrumental Shadowy Men on a Shadowy Planet (SMOASP en adelante) un soplo de aire fresco a finales de los ochenta y principios de la última década del siglo pasado.
Lo suyo no era fácil de encasillar, bueno sí, rock'n'roll instrumental, en todas las variantes posibles que la etiqueta pueda aplicarse. Hay algo que me llamó la atención entonces de su propuesta sonora y que, con todos estos años de escucha y disfrute de por medio, ha amplificado su capacidad de sorpresa desde el primer día: son la banda más surrealista y divertida del género en muchísimo tiempo. Ejemplos para demostrarlo. Uno, algunas de sus canciones llevan títulos como éstos: Our Weapons are Useless, Zombie Compromise, Case of the Missing Lady Fingers, Spend the Night, Not a Fortune, What I Like About Grease y sobre todo, We're Not a Fucking Surf Band. Dos, cuando uno lee en los créditos del disco canciones como Good Cop, Bad Cop o Spy School Graduation Day, lo normal es esperar instro-spy o al menos, algo cinemático...pero no, ellos se marcan sonidos que poco tienen que ver con lo que esperas. Y en ambos casos los resultados convencen. Resulta recomendable descubrirles en alguna de sus mejores propuestas: D.Tour, Reid's Situation, They Don't Call Them Chihuahuas Anymore, Hot Box Car o 13, ninguna supera los dos minutos y medio de duración y en un mundo justo serían hits (o al menos más conocidas). Una marca de la casa, pueden atosigarte con casi 30 cortes en un disco, pero si contamos su eclécticismo compositivo y que apenas dos-tres de los temas superarán los 3 minutos, el resultado final siempre es variado, entretenido y en la mayoría de sus discos, muy disfrutable. No se fíen de su elección de versiones, también juegan al despiste. Igual se marcan lecturas increíbles del In My Room de Beach Boys, Run, Chiken Run de Link Wray o un Bang, Bang de Sonny Bono en la que parecen Man or Astro Man? que un Shakin' All Over de 26 segundos que deja K.O. Un entretenimiento recomendable al escucharles es buscar melodías de temas clásicos escondidos entre sus acordes...
Si quieren indagar su discografía y leer algo de su historia aquí lo tienen todo:
El 1 de Enero de 1996, Don Pyle explicaba a sus fans que SMOASP se disolvían, justo cuando uno de sus temas, Having an Average Weekend, elegido como sintonía de un programa televisivo infantil, The Kids In The Hall, les reportaba una fama en Canadá que nunca imaginaron y a ellos les venía grande. Fueron consecuentes y cortaron por lo sano. Conelly formaría después la continuación lógica a los SMOASP, Atomic 7 y la pareja Pyle-Diamond se transformaron en Phono-Comb (junto a miembros de otros canadienses muy recomendables, The Sadies) una banda indie alejada del sonido Shadowy. Sería justo nombrar a Huevos Rancheros como los alumnos aventajados, aunque sería quedarse corto, hay cientos de toques/influencias/buen humor/ideas/melodías en grupos posteriores en su país y fuera de él.
Les recomiendo paciencia al escuchar por primera vez a SMOASP...